Estilicón 15
Anteriormente en Estilicón: Después de vencer la invasión de los suevos, Estilicón recibe la noticia de una nueva invasión. Parte raudo a evitarla.
Tenemos que hacer el mismo recorrido, pero a la inversa para llegar lo antes posible a la península itálica. El problema es que mis legiones están reventadas. Casi no tienen tiempo de descanso, solo me siguen porque las dirijo yo. Es algo que no ha entendido nunca el emperador Honorio cuando se lo he intentado explicar, pero si lo entendía su padre. Las tropas siguen fielmente a un emperador que sufre con ellos, que anda con ellos, que lucha con ellos. Si te quedas en tu palacio, rodeado de tus “amigos” que solo te adulan, sí, estarás mejor pero no tendrás soldados.
A mi edad, a los cuarenta y seis años, ya empieza a pesar tanta actividad sin poder descansar. Lo bueno es que las tropas de las legiones y mi guardia personal no me dejarán solo en ninguna batalla.
Conforme vamos avanzando de vuelta de las fronteras del Rin llega más información de la nueva invasión. Son de la tribu de los ostrogodos liderados por Radagaiso. Por lo que parece no nos enfrentamos esta vez a una invasión de represión si no a todos los ostrogodos. Es una migración masiva con el problema que debe tener Radagaiso para tener alimentos y agua para toda su gente.
Cuando menos camino queda para llegar a los Alpes, en mi cabeza se está formando un plan. Roma necesita los soldados de Radagaiso para poder recuperar todos los muertos en las últimas invasiones. Es decir, tengo que vencer causando las mínimas bajas posibles entre mis tropas y los ostrogodos.
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