Silver 20

Anteriormente en Regimiento Pok: Después de formar en la Guardia Personal del Príncipe heredero, entran con él en la sala real para presentar sus respetos ante el rey.

Unas dobles puertas, nos dan acceso al Salón del Rey. Es una gran sala rectangular llena de alfombras y con un gran trono al fondo que lo dominaba. Al lado de este otro trono más pequeño, ambos ocupados por los reyes. En el camino al trono pudimos ver que, en los laterales, hay gente de pie acompañando a los reyes. Había escudos reales de Ofani pero también algún que otro escudo del reino del sur.

Sin mirar a ningún lado el Príncipe llega a los pies del trono, e, inclinando brevemente la cabeza, indica:

-Majestad, me ha llamado y aquí estoy.

Ante esto, la reina, le mira de mala gana. Destaca su tez morena y cabello negro azabache mientras que el rey y el príncipe tienen una piel muy clara y de pelo rubio. Con una copa en la mano, vestido verde claro y el cetro real en la otra se adelanta a su marido para decir:

-¿Ahora te haces rodear de mujeres para tu protección? -se ríe estruendosamente acompañada de los demás miembros de su casa repartidos, hábilmente, hay que reconocerlo, por el salón real para que se oigan mejor las risas. Dos de las cinco tenientes que me acompañan son mujeres, a eso se refería la reina.

-Cualquier miembro de mi Guardia Personal ha demostrado su valía en el Desfiladero Rocker- dice el Príncipe. Sin cambiar ni un ápice de su cara, se queda mirando a la reina.

-Pues que lo demuestre luchando contra el mejor soldado del reino de Qhenfum, mi reino de origen- la reina realiza un gesto con la mano para que salga un soldado completamente acorazado de entre los asistentes. El Príncipe asiente levemente con la cabeza y la teniente Menqua se dirige hacia ese soldado.

Con un gesto cómplice, creado por los años de batallas juntos, ordeno que sigan vigilando cualquier movimiento mientras que Menqua disfruta moviéndose rápidamente entre las estocadas, ataques y fintas del soldado. Diez minutos así y se empieza a oírse la respiración entrecortada del soldado que no ha llegado acercarse a Menqua con la espada ni lanza mientras que ella no ha sacado ningún arma, simplemente ha evitado todo ataque.

-¡Que combata de una vez!- grita la reina cuando se da cuenta que su soldado está a punto de perder el resuello.

-Perdone reina, no le ordené que combatiera, solo que evitará todo tipo de ataque – dice el Príncipe con una sonrisa sardónica, y que en ningún momento ha dejado de mirar a la reina –. ¡Cuando quiera teniente, acabe con el combate!

Apenas ha terminado la frase el Príncipe, y Menqua pasa al ataque. El soldado está protegido por casco, peto que le cubre todo el pecho y grebas. Conforme evita un ataque a su cabeza, Menqua golpea salvajemente la rodilla del soldado, oyéndose un ruido de huesos rotos junto a un juramento gritado mientras cae de rodillas. Posteriormente aprovecha para auparse a su espalda y le sujeta el cuello con un brazo mientras que con el otro hace más fuerza. En la caída el soldado había perdido la lanza, y al intentar apuñalarla con la espada recibe un golpe con el codo, no en la mano protegida por un guantelete, si no en el propio codo. Otro ruido de huesos rotos parece ser la señal y varios agentes salen disparados en dirección al Príncipe. En ni un solo momento habíamos descuidado la vigilancia por lo que, sin usar armas ni orden expresa del Príncipe, evitamos que se acerquen. El ruido de la batalla parece que despierta al rey:

-¡Ya está bien! Este ruido no se hace en la Sala Real – enfocando la vista mira por primera vez desde que entramos al Príncipe – Tengo una misión para ti.

Si quieres apoyar este blog puedes unirte como mecenas al Patreon:

https://patreon.com/tierradeficcion?utm_medium=clipboard_copy&utm_source=copyLink&utm_campaign=creatorshare_creator

Otros relatos:

https://www.tierradeficcion.com/category/silver/

Facebook:

https://www.facebook.com/TierradeFiccion/

Por Francisco José Díez Devesa

Amante de la escritura desde pequeño. Espero que disfrute de mis relatos e historias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.